jueves, 10 de abril de 2008

Autobronceadores: qué son y cómo aplicarlos

Que el sol es una agresión constante a nuestra piel, no es ningún secreto. Lo malo es que el moreno es moda, y a todos nos gusta ir a la playa y conseguir ese bonito tono tostado que tanto favorece.
El autobronceador se ha convertido en la solución a este problema.
Contienen una molécula llamada DHA (dihidroxiacetona) que al entrar en contacto con la epidermis produce una reacción química de oxidación, tiñendo las células muertas de la capa externa de nuestra piel, y dando ese aspecto de bronceado.
El fuerte olor y las tonalidades un tanto artificiales de los autobronceadores parecen ser cosa del pasado, aunque no está de más que nos aseguremos del producto que vamos a utilizar, solicitando una muestra.

El color conseguido depende de nuestra piel y del producto que apliquemos. Las pieles secas, por ejemplo, se autobroncean más fácilmente que las grasas. En cuanto al producto, el tono también dependerá de la cantidad de DHA que contenga la fórmula del producto en cuestión. Con sólo un 2% de DHA se consigue bronceado sin sol, pero la mayoría de los autobronceadores incluyen entre un 3% y un 6%. El color puede ir desde el anaranjado hasta el tostado, por lo que es conveniente probar el autobronceador en alguna zona de la piel poco visible antes de aplicarlo por la cara o por el cuerpo.

Para aplicar el autobronceador, es importante hacerlo con la piel seca y limpia, y exfoliar muy bien la piel antes de extenderlo. El producto debe extenderse perféctamente y de manera uniforme, teniendo en cuenta que zonas como las rodillas o los codos, se broncean más que el resto del cuerpo. Por ello, es mejor aplicar menos producto en estas zonas del cuerpo.
Las manos deben lavarse muy bien tras haber finalizado, ya que las palmas pueden quedar con una tonalidad marrón horrible, que tardará varios días en desaparecer.

Si tras la primera dosis el tono parece muy claro, se puede realizar otra aplicación dos o tres horas después de la primera. Cuando obtengamos el color deseado, sólo serán necesarias una o dos aplicaciones semanales para mantener el tono. Para que desaparezca por completo el autobronceador, se puede acelerar el proceso de renovación de la piel realizando exfoliaciones.

Para tomar el sol debemos escoger un autobronceador con protector solar, o bien aplicarnos un autobronceador y después la crema solar con protección. No hay que olvidar que los autobronceadores no estimulan la melanina, es decir, no generan color de forma natural -que es lo que protege-. Además, conviene saber que la protección de los autobronceadores es más débil que la de las cremas solares, por lo que es necesario usar estas últimas para exposiciones prolongadas al sol.




2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encantan los autobronceadores, pero quedan como amarillentos cuando pasan unos 3 o 4 dias y eso es lo que no me gusta

Nosolofreaks dijo...

Sí, la mayoría suelen quedar así pasados unos días, pero no todos, símplemente hay que saber escoger una buena marca que no deje ese efecto.